Nueva esperanza para las familias de las víctimas del mortal accidente del autobús de Greyhound de 2010
El juez ordena un nuevo juicio después de que un jurado determinara inicialmente que Greyhound no es responsable por el accidente de autobús.
En un raro giro de los acontecimientos, un juez de Corte Superior de Fresno ha ordenado un nuevo juicio para las varias víctimas involucradas en un mortal accidente de autobús de la compañía Greyhound. En su opinión, el juez escribió que no había pruebas suficientes para apoyar la conclusión del jurado en el caso original.
El caso que nos ocupa en realidad sólo implica 3 de los más de 30 individuos heridos o muertos en el accidente de autobús, que tuvo lugar en la carretera 99 cerca de Fresno el 22 de julio de 2010. Ese día, un camioneta donde viajaban Sylvia Garay (18), Vanessa González (19) y Stephanie Córdoba (20) había volcado en la carretera. Varios otros automovilistas se habían detenido para tratar de ayudar a las mujeres jóvenes, dejando a sus propios coches estacionados con las luces intermitentes. Según los testigos, un autobús de Greyhound conducido por James Jewett golpeó la camioneta, luego se desvió por un terraplén y finalmente, se estrelló contra un árbol grande. Las tres mujeres en la camioneta, el conductor del autobús Greyhound y dos pasajeros del autobús murieron. Otros 34 pasajeros resultaron heridos.
Curiosamente, Greyhound ya había pagado más de $3 millones en los acuerdos de conciliación con los pasajeros, pero no había ofrecido nada a las familias de las mujeres de la camioneta.
En el caso inicial, el jurado fue instruido sólo para abordar la cuestión de si el conductor de Greyhound fue negligente. Los abogados de las víctimas presentaron la siguiente evidencia sobre este tema:
- El conductor del autobús iba a alta velocidad en el momento del accidente
- El conductor había estado conduciendo en el carril de adelantamiento sin razón
- El conductor no bajó la velocidad al ver las luces intermitentes de los automovilistas detenidos
- El conductor no llevaba sus gafas en el momento del accidente de autobús
La defensa presentó muy poca evidencia para refutar ninguna de estas acusaciones. En lugar de ello, su estrategia se centró, principalmente, en la explicación de la “doctrina de la emergencia súbita.” En otras palabras, la defensa argumentó que al conductor del autobús se le presentó una emergencia que no tenía nada que ver con el (la camioneta volcada) y sólo tenía que actuar cuidadosamente como cualquier persona razonable lo haría con el fin de eludir su responsabilidad.
El jurado pareció aceptar esta explicación y regresó con su veredicto en menos de tres horas.
Sin embargo, en su opinión, el juez señaló que, si bien estaba claro que al conductor del autobús se le presentó una emergencia, el hecho de que él no tomara ninguna acción en absoluto para evitar la camioneta mostró una falta de comportamiento cuidadoso razonablemente y, en realidad, hizo que la emergencia fuera mucho peor.
Vamos a seguir este caso de cerca para ver cómo termina el nuevo juicio por accidente de autobús, o si Greyhound opta a un acuerdo con los familiares de las tres mujeres jóvenes con el fin de evitar otro largo juicio.
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