Cuáles son las secuelas de las lesiones cerebrales traumáticas
Las lesiones cerebrales traumáticas (LCT) pueden ser muy desconcertantes, principalmente debido al desafío que implica diagnosticarlas con precisión. Con frecuencia, las lesiones cerebrales traumáticas leves pasan desapercibidas, ya que las lesiones pueden ser difíciles de identificar y evaluar. Las causas comunes de estas LCT que cuestan de diagnosticar pueden ser los accidentes de coche, las lesiones relacionadas con el deporte o los accidentes laborales.
La investigación sugiere que, si bien la mayoría de los síntomas de las LCT pueden desaparecer gradualmente, aproximadamente el 15 % de los pacientes podrían continuar experimentando síntomas persistentes e incapacitantes. En muchos casos, debido a la falta de un examen médico integral o una supervisión por parte de profesionales médicos, las personas no asocian sus alteraciones físicas, mentales o emocionales en curso con una lesión en la cabeza pasada de la que asumieron que se habían recuperado.
Lesiones que inducen LCT
Los desencadenantes más frecuentes de las LCT incluyen las conmociones cerebrales y las lesiones por latigazo cervical. Estas suelen ocurrir cuando la cabeza choca con fuerza con un objeto duro como un automóvil o el suelo, o se sacude violentamente hacia adelante o hacia atrás. Dada la dificultad inicial para detectar cambios diminutos en el cerebro, no es raro que las personas crean que han sufrido una lesión menor o temporal, pero noten los cambios emocionales o cognitivos severos más adelante.
Manifestación de los cambios
La mayoría de las alteraciones sutiles después de una lesión cerebral traumática tienden a aparecer como cambios en el estado de ánimo, la personalidad o las capacidades cognitivas. A menudo, estos cambios los identifican primero los familiares, las amistades o los colegas de la persona que los experimenta, en lugar de la persona misma.
Dado que estos cambios a menudo surgen un lapso de tiempo después del incidente, es posible que no se relacionen inmediatamente con la lesión en la cabeza anterior, ni se considere una LCT como la causa. Junto con los cambios emocionales y cognitivos, también pueden surgir síntomas físicos. Estos pueden incluir problemas de equilibrio, alteraciones en la capacidad sexual y, en algunos casos, la aparición de epilepsia.
En conclusión, las LCT a menudo son complejas y difíciles de detectar, lo que las hace también difíciles de diagnosticar y tratar. Si sospecha que usted o un ser querido suyo ha sufrido una lesión cerebral traumática, es importante obtener asesoramiento profesional. Si necesita asistencia legal, no dude en ponerse en contacto con Oficina Legal de Fernando D. Vargas al 909-982-0707.
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