Se deben probar cuatro elementos para recuperar una compensación por una lesión escolar

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Se deben probar cuatro elementos para recuperar una compensación por una lesión escolar

Se deben probar cuatro elementos para recuperar una compensación por una lesión escolar

Ahora que la escuela está de vuelta, es posible que esté cruzando los dedos para que no reciba una llamada que le diga que su hijo debe irse temprano. Por lo general, esto ocurre cuando un niño está enfermo, pero también puede ocurrir cuando un niño se lastima en la escuela. En este escenario, podría estar pensando, ¿es posible que los instructores deban rendir cuentas por los accidentes que ocurren en el aula?

La respuesta dependerá de si puede demostrar los cuatro aspectos relacionados con un descuido utilizando la evidencia que tiene. Sigue leyendo para aprender cuáles son esos elementos. Si usted cree que tiene un caso, comuníquese con Oficina Legal de Fernando D. Vargas al 909-982-0707 para solicitar un consulta legal gratuita.

1. Deber de cuidado

Se considera que las personas tienen la “responsabilidad de cuidar”, en una sociedad civilizada, evitando de maneras que pongan en peligro a los demás. Por ejemplo, tenemos la responsabilidad de no conducir de manera tan imprudente que nos arriesguemos a causar un accidente. Dado que el maestro es el rey o reina de su pequeño reino en el aula, se considera ampliamente que los instructores tienen el deber de cuidar a sus alumnos para protegerlos de daños que sean razonablemente previsibles.

2. Incumplimiento del deber de cuidado

Una vez establecido el deber de cuidado, debemos demostrar que el instructor se comportó de una manera que lo incumplió, ya sea a través de una acción o falta de acción. Por lo general, es esencial demostrar que una persona razonablemente sensata se habría comportado de manera diferente y habría podido mantener el deber de cuidado en las mismas circunstancias o en circunstancias comparables para probar un incumplimiento de ese deber.

3. Causalidad

A continuación, debe demostrarse que el incumplimiento del deber causó el daño, ya sea directa o indirectamente. La norma de un individuo razonablemente prudente aplica una vez más. Obviamente, un maestro no puede anticipar o prevenir cada incidente que podría resultar en daños a un niño. Si bien, por ejemplo, si un niño es golpeado en la cabeza por una baldosa del techo que cae al azar no sería responsabilidad del maestro, un niño que corre con unas tijeras, se tropieza y se hace daño a sí mismo o a otro niño puede ser culpa del instructor, especialmente si el maestro ignoró o toleró la actividad. Después de todo, cualquier persona suficientemente competente debería haber sabido que no hay que dejar que los niños se muevan con tijeras en las manos.

4. Daños

Finalmente, debemos probar que el niño resultó herido y sufrió daños mensurables. Los gastos médicos a menudo son bastante útiles para este propósito. El dolor y el sufrimiento generalmente se estiman en función de los costos médicos, ya que se considera que cuanto más cara es tratar una lesión, más grave es, más tiempo tardará en curarse y más dolor y sufrimiento tendrá que soportar el paciente. Su demanda será difícil de procesar si el daño de su hijo no requiere tratamiento médico.

¿Tiene preguntas sobre una lesión escolar? Si su hijo ha resultado gravemente herido en un accidente escolar, llame a un talentoso abogado de lesiones personales del Oficina Legal de Fernando D. Vargas al 909-982-0707 ahora para obtener orientación sobre sus opciones para reclamar una compensación.


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